Introducción
Un podcast de Jeff Ernst
Cada vez que Bernardo Torres hablaba de la mítica Ciudad Blanca –el antiguo santuario de los espíritus– el bosque desataba otra tormenta. "Creo que tal vez los malos espíritus no quieren que hablemos de ellos", dijo con una sonrisa mientras la lluvia golpeaba el techo de hojalata.
Bernardo, que vive en lo profundo del remoto bosque de Moskitia en el noreste de Honduras, es uno de los pocos indígenas pech que aún recuerda los mitos y leyendas de su cultura y, debido a la creciente deforestación, probablemente sea uno de los últimos.
Cuando amainó la lluvia, contó una historia de espíritus que huían de Ciudad Blanca. Las implicaciones eran claras. Más de 500 años después del primer contacto, el bosque, hogar de numerosas comunidades indígenas, de su sustento y de sus espíritus, se enfrenta a su mayor amenaza. Incluso los espíritus están huyendo.
Durante la última década, la deforestación y la colonización se han acelerado en toda la Moskitia a tasas sin precedentes, amenazando recursos naturales vitales, innumerables sitios espirituales y arqueológicos y, lo más importante, la cultura y el modo de vida de los pueblos indígenas. Al ritmo actual, la mayor parte del bosque (y todo lo que sustenta) habrá desaparecido en 2050.
La Moskitia se encuentra en una encrucijada. Las decisiones que se tomen hoy determinarán el destino de esta extraordinaria región y sus invaluables contribuciones a Honduras y el mundo.
Los Poderosos
Hace aproximadamente dos décadas, el tráfico de drogas llegó con fuerza a la Moskitia, poniendo a la región en el camino de la destrucción.
La Ciudad Perdida Que No Fue
La leyenda de la Ciudad Blanca tiene su origen en la mitología del pueblo Pech, cuyos antepasados la llamaron 'Kao Khamasa'. Para los Pech, es un lugar...
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